Ronald Modra R.
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Legado Ronald Modra

Grasas Trans ¿Porqué esta repentina preocupación?

Se le hace pensar a la gente que las grasas trans se encuentran sólo en alimentos de mala calidad. Estas son las grasas malas de muchos alimentos y deberíamos evitarlos ahora que sabemos que causan todo tipo de problemas a la circulación, y que constituyen un enorme aporte a las enfermedades cardiacas. ¡Estudiemos este tema antes de que se meta en nuestras arterias!

Sin embargo, necesitamos una educación apropiada respecto de las grasas trans y por qué se encuentran en muchos de los alimentos que consumimos hoy en día.

El Departamento de Salud de Dinamarca ha decidido tomar medidas drásticas en contra de las grasas trans, mientras que la Fundación para el Corazón (de manera discutible una de las entidades más inútiles con la que hemos contado en nuestra lucha contra las enfermedades cardiacas), finalmente ha hablado.

Han amenazado con retirar el símbolo de ‘sano para el corazón’, que le permiten a la industria de la margarina utilizar en sus etiquetas, si el nivel de grasas trans de este producto no se baja a un 1% como máximo.

Hemos estado consumiendo margarina por décadas, creyendo que nos protege de problemas cardiacos; sin embargo, durante el período en que le hemos creído a nuestros consejeros, hemos estado muriendo por enfermedades al corazón, a tasas mucho mayores que nunca antes. El consumo de margarina y las enfermedades cardiacas han estado marchando juntas, al mismo paso y recorriendo el mismo camino, y fue sólo recientemente que unos pocos investigadores, que trabajaban en conjunto con los impopulares investigadores independientes, han decidido que es tiempo de alertar al público, aunque esto signifique ir en contra de los influyentes poderes. La margarina no es el alimento saludable que se dijo ser, y la investigación (como a menudo es el caso) fue adulterada. Todavía estamos esperando una completa revelación de cómo se le hizo esto al público.

Por supuesto esto no es un secreto, pero le tomó tiempo al gran negocio corregir su actuar y lograr la confesión de aquellos que han ayudado. Por lo general, esto ocurre cuando los responsables fallecen o son removidos de los puestos de influencia. Puede tomar entre 5 y 10 años o más hasta que informan los hechos. Mientras tanto, se acumulan innumerables muertes a causa de la información errónea, lo que por supuesto no se registra en el historial médico o en los certificados de defunción.

Las grasas trans no se producen en forma natural, son hechas por la mano del hombre utilizando calor, oxígeno e hidrogenación en el procesamiento de semillas saludables para convertirlas en aceites y margarina. De hecho, estos aceites parcialmente hidrogenados están técnicamente camino a convertirse en polímeros o plásticos*. Han sido cambiados a un químico por alteración en la presencia de hidrógeno. Si contáramos con un buen sistema de protección al público, nunca se hubiera permitido su presencia en la cadena alimenticia en primer lugar. Si hoy tuviéramos un sistema de protección que fuera más fuerte que los intereses creados, no se permitiría que permanecieran en la cadena alimenticia.
*Grasas que matan - Grasas que curan, libro escrito por Uri Adasmus.

Sin embargo, en el mundo moderno este es un pensamiento ilusorio. Cuando una industria se torna muy poderosa a nivel global, ejerce influencia sobre políticas internacionales. Aquellos relacionados con la política y con la necesidad de equilibrar gigantescos  presupuestos, sucumben a un tipo de presión diferente que la ejercida a la mayoría de nosotros. Hacen lo que tengan que hacer para mantener sus carreras.

A veces como en el caso de las grasas trans, el daño es tan grande que se fabrica una fachada, debido a que el perjuicio se torna demasiado obvio y pareciera ser que es demasiado terrible de confesar.

Si las ‘Pruebas de Framinghan’, que comenzaron las falsas historias acerca de la margarina versus grasas de procedencia animal, no se hubieran llevado a cabo, podemos decir con certeza que se hubieran producido muchas menos enfermedades cardiacas en el mundo de hoy. Como ocurre siempre cuando hombres orgullosos cometen un tremendo error, no hay admisión de su parte, reformas abiertas o disculpa alguna. Al menos no hasta que haya pasado el momento de peligro para ellos. Los muertos no cuentas historias, o no son tan activos en acciones legales de magnitud tal, que podrían destruir a la industria responsable y a muchos seguidores de sus falsas teorías criminales.

Sin importar que puedan alegar ignorancia como excusa, porque incluso si el individuo no sabe que algo matará a su cliente, resulta tan mortal como si lo supiera. Probablemente el factor ignorancia lo hace aun más mortal y le permite ignorar su conciencia.

Es parte de la naturaleza humana ocultar la mentira y negar en forma contundente, en vez de admitir que fuimos unos tontos al aceptar ciegamente la investigación, especialmente cuando la industria involucrada tiene tanto que ganar y se rehúsa a perderlo.

El mundo científico moderno es un pantano de intereses que compiten por dinero de subvenciones para lograr cualquier plan que produzca dinero.

Cuanto antes aceptemos la situación real de la comunidad científica, mejor será para nosotros y peor para ellos, pero no tenemos opción.

A fin de cuentas, las ganancias de la ciencia y el costo de billones en dólares de subvenciones, es difícil de justificar. Cada día descubrimos más y más mentiras que son presentadas como milagros científicos. En ninguna parte esto es más obvio como en el área de alimentos y procedimientos médicos mortales.

Incluso aquellos que obtienen ganancias a partir de todo esto, saben que es falso, pero las recompensas para los que se benefician son demasiado altas para dejarlas ir.

La única forma en que nuestro cuerpo natural puede ser saludable y fuerte, es evitando la desinformación y las tentaciones, especialmente cuando provienen de fuentes anti-naturales. Para la mayoría de nosotros lo mejor para mantenernos sanos es mantener las cosas simples, sean buenas o malas. No existen términos medios. Las decisiones que tomamos nos conducen a la salud o a la enfermedad, a la vida o a la muerte, y al final todo se reduce a verdades o mentiras.


Mientras más cerca vivamos de lo natural, más nos acercaremos a la salud. Nos hemos apartado (el común de la gente) tanto de los alimentos y hábitos naturales, que nos convertimos en presa de todas las cosas que nos pueden dañar. Nuestra ignorancia no nos puede salvar, por lo tanto no tenemos elección, excepto la de comenzar a aprender y como nuestro tiempo es tan valioso, debemos convertirlo en una prioridad.

R.M.R.





































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