TECNOLOGÍA FARMACEÚTICA, UNA MALDICIÓN O UNA BENDICIÓN
No puedo evitar preguntarme que será de los niños de la próxima generación.
Muchas de las bebidas y alimentos que se venden en nuestros supermercados representan
malas elecciones, que no aportan suficiente ayuda nutricional a los jóvenes cuerpos de
nuestros niños, pero que, en realidad, ocasionan enfermedades debido a los niveles tóxicos
de aditivos químicos, como por ejemplo el azúcar, entre otros.
Esto garantiza que los niveles de enfermedades en nuestra sociedad continuarán creciendo,
siempre en alza. Las enfermedades degenerativas como por ejemplo; cardíacas, cáncer,
diabetes, trombosis y otras, son ocasionadas por alimentos falsos y falta de conocimiento de
lo que se esconde detrás de esos lindos paquetes.
Ser “ocasionadas” también significa que podrían ser “prevenidas”, si nuestros departamentos
de salud estuvieran libres para crear leyes y regulaciones que fueran orientadas a la salud, en
vez de estar orientadas a los grandes negocios, debido a todo tipo de presiones e incentivos.
Los químicos deberían ser enumerados en los paquetes y botellas. Algunos alimentos son tan
altos en porcentaje de químicos, aditivos, colorantes, saborizantes, etc. que se hace
imperante la necesidad de tener etiquetas con la clasificación de estos químicos,
separados de los ingredientes de alimentos.
Las personas necesitan saber si están consumiendo químicos, los que por sí mismos, no
representan un alimento. Se necesita ahora con urgencia una tercera clasificación para los
ingredientes de la comida “chatarra”, en donde se mencionen todos los items no nutritivos.
Sólo entonces la educación de las masas podrá comenzar y algunos de los productores de
este tipo de alimentos se verán motivados a producir comida saludable, debido a que las
personas conscientemente no se envenenan a sí mismas.
Pero, como las personas no tienen ninguna forma de descubrir la diferencia, en este
momento es posible que productos que en realidad causan enfermedades pasen como
alimentos normales.
El Gran Negocio ha tenido su lugar, sin embargo, es nuestra ocasión para decir: el Gran
Negocio ha tenido su momento y ahora es tiempo de regresar a una mejor selección de
alimentos, que solíamos disfrutar antes de que todas las enfermedades degenerativas nos
alcanzaran.
Nuestra situación es tan antigua como la historia de la industria química moderna, en
combinación con grandes procesadores de alimentos que transportan literalmente toneladas
de químicos cada día, a través de los supermercados a nuestro tracto alimentario.
Los síntomas resultantes de la enfermedad que estos aditivos cuidadosamente seleccionados
nos crean, abre paso a los tratamientos con medicamentos y cirugía, cuando en realidad, lo
que necesitábamos, en la mayoría de los casos, era una dieta más limpia compuesta por
alimentos más naturales y menos contaminados.
El cartel farmacéutico adopta un rostro inocente, pero las millones de pruebas de laboratorio
llevadas a cabo durante los últimos 60 años los ha dejado en exposición de que sí saben lo
que ocurre, pero pretenden mostrar no saberlo.
Estos profesionales de los aditivos fármaco-químicos y de quién sabe que más, han tenido
suficiente tiempo para documentar cada efecto secundario originado por las mezclas que
adicionan a los alimentos. Si ellos dicen que no lo han tenido, es una clara aceptación de que
son personas irresponsables a un nivel criminal. Sin embargo, resulta obvio que ellos
representan no sólo a las organizaciones más ricas de este planeta, sino que también poseen
la tecnología para hacer gente enferma o saludable. La prueba del camino que eligen está en
las estadísticas de enfermedad, las cuales van en ascenso a pesar del hecho de que vivimos
en una era de tecnología muy avanzada.
La tecnología no está siendo usada a favor de las personas.
R.M.R.
